"Frente al embarazo adolescente, no hay que negar la evidencia sino aceptar la realidad"
Francisca García es ginecóloga y presidenta de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI)-En 2014 se llevaron a cabo en España 94.796 Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE), según cifras del Ministerio de Sanidad
-El dato es un 12,8% menor que el año anterior
-Un 0,5% de las mujeres (unas 470) a las que se les provocó un aborto ese año no llegaban a los 15 años
¿Qué supone físicamente un aborto provocado en una menor?
El aborto a ninguna edad tiene un efecto importante. Es una intervención médicamente menor y con pocas consecuencias, a diferencia de lo que pueda tener un parto. Es una técnica simple, sencilla y que no le va afectar ni en su salud ni en su fertilidad futura. En ese sentido, lo que diferencia de otras edades es que generalmente son mujeres que nunca han ido al ginecólogo, a la ginecóloga, y entonces el acto médico les da más miedo.
Llegan a la clínica acompañadas...
Con sus padres. La ley obliga a las menores de 18 años a que vayan a acompañadas. La ley del 2010 obligaba a que fueran acompañadas hasta los 16 años y de los 16 a los 18 les obligaba a informar a los padres, aunque no les dieran el consentimiento. En la actualidad, con todos los cambios legislativos que hay, la ley obliga a que en las menores de 18 no solo los padres acompañen a la menor, sino que los padres consientan. Es excepcional en esta práctica sanitaria.
¿Es habitual que la persona con la que ha tenido la relación sexual también esté presente?
En realidad en la mayoría de los casos sí. A parte de la madre o el padre -o ambos dependiendo de sus circunstancias especiales-, generalmente en muchas circunstancias también va el noviete.
Cuando llegan a la clínica, ¿la decisión está tomada?
Estas mujeres, en general, cuando vienen a nuestros centros, vienen con la decisión tomada de que van a interrumpir el embarazo. En estos casos también se suma el conflicto de querer y no poder. Ellas saben que en la mayoría de los casos no lo quieren y también saben que no pueden, porque ni emocionalmente ni económicamente están en circunstancias de poder tenerlo. Pero algunas veces te ves con el problema de que asuman esa responsabilidad, tan jovencitas tienen la maternidad un poco idealizada.
Creen que tener un hijo no tiene mucha transcendencia y lo ven como si fuera cuidar un muñequito
¿Les cuesta asumir esa responsabilidad?
Saben que no pueden, pero no acaban de entender que no puedan hacerlo. Consideran que tener un hijo no tiene mucha transcendencia y lo ven como si fuera un poco cuidar un muñequito. Pero bueno, eso son circunstancias bastante extraordinarias… Ese “¿por qué no voy a poder?”. De todas formas esa es una particularidad, porque lo general es que las mujeres no se consideren preparadas emocionalmente ni que puedan plantearse nada económicamente. Pero está ese conflicto que hay cuando tú te planteas si interrumpes el embarazo o no, o si puedes o quieres. En estas mujeres ese conflicto se da porque en la sociedad hay una idealización de la maternidad. Así, las personas que se sienten como más invulnerables, sienten que ser madre lo pueden hacer con mucha facilidad. Entonces en algunas circunstancias cuesta trabajo hablar a estas mujeres de la dificultad y que entiendan. De todas formas, en este sentido, hasta que ellas no lo tienen claro y aunque ellas no tengan que dar el consentimiento, para nosotros es fundamental que tomen conciencia de la responsabilidad de lo que están haciendo.
¿Y les resulta difícil?
El problema de ese embarazo no deseado no es el aborto, el problema es ese conflicto que tiene la mujer. Y cuanto más joven, con más envergadura, porque tienen menos recursos para afrontar los conflictos. Porque ser madre a esas edades también tiene graves consecuencias.
Y esas consecuencias…
Hay estudios que dicen que esas adolescentes son mujeres que han visto truncada su educación, porque muchas abandonan el colegio. Luego van a tener acceso a los peores trabajos. En ese sentido, sí que hay estudios que hablan de que realmente son mujeres en desigualdad de condiciones respecto a otras que han sido madres más tardíamente, porque trunca todo su proyecto vital. Eso es evidente.
No hay un perfil, lo único que define a estas adolescentes es que están embarazadas
¿Qué tienen en común estas mujeres? ¿Es posible establecer un perfil?
No, en realidad no podemos establecerlo. Lo único que las define es que están embarazadas. Ni son de clase alta, ni son analfabetas... La mayoría son estudiantes, están en el colegio. O sea, más allá de que tengan una edad, no podemos decir que haya un perfil. Lo único es que son jóvenes.
Y cuando llegan para realizarse una interrupción voluntaria del embarazo (IVE), ¿en qué semana de embarazo se encuentran?
En la actualidad alrededor del 60% de los embarazos se hace hasta las ocho semanas. En estas mujeres, en algunas circunstancias, pueden llegar en algunas semanas más avanzadas de embarazo porque tienen miedo a planteárselo a sus padres. O sea, nunca han tenido una conversación en este plano con sus padres, ni han hablado de sexualidad, ni de nada y tienen que informarles de que tienen que interrumpir un embarazo porque necesitan su consentimiento. A veces no enfrentarse a ese conflicto hace que avance su semana de embarazo.
Decía que el acto médico suele darles más miedo...
Si ya cuesta trabajo con una mujer que se enfrente a la ginecología habitualmente, estas mujeres tienen más miedo. Pero es normal, es la primera vez que van a hacerse una revisión ginecológica y el aborto es una intervención estigmatizada, del que se habla poco. Y si se habla, se habla mal. Entonces vas sumando cosas: primer enfrentamiento a la ginecología, a una práctica sanitaria estigmatizada… Con lo cual lo que las define es que en muchos casos tienen más miedo que la media.
Usted que ha visto diferentes casos, ¿cree que hay una edad en la que la mujer está preparada para ser madre?
No puedo decirte a qué edad una mujer está preparada para ser madre. Lo que hay que hacer es tomar esa decisión con responsabilidad. Desde luego si no tengo independencia económica difícilmente puedo ofrecer nada. Y la mayoría de estas mujeres no tiene esa autonomía económica. ¿Madurez para poder ser madre? Es muy diverso. Pero desde luego con 14 o 15 años difícilmente van a poder estar preparadas para ser madres. Ellas se están haciendo todavía, también emocionalmente.
¿Una posible solución?
Embarazos imprevistos hay muchos. Si comparas todas las franjas de edad, de 12 a 17 años no son las edades donde más embarazos no deseados hay. También influye que la media de relaciones sexuales actualmente es más temprana. Yo creo que el embarazo imprevisto ocurre en un porcentaje importante de mujeres -son casi 100.000 mujeres al año-, pero tampoco representa una de las cifras más altas de Europa. Además pienso que la prevención se hace con la educación sexual y ahí es donde dejamos mucho que desear.
¿La educación sexual es una asignatura pendiente?
La educación sexual no es una asignatura en ningún libro educativo. Por otro lado, claro que efectivamente cuanto menos edad, más dificultad tienes para digerir todos los conflictos que te pasen y, por tanto, cuanto más los podamos evitar, mejor. Porque ves a muchas madres que están impactadas cuando se dan cuenta de algo que no se esperaban, y es que sus hijas de 15 años tengan relaciones sexuales. A veces dicen: “Es que yo le he informado de todo y ella nunca me ha preguntado nada”. Efectivamente, la sexualidad sigue siendo un tema tabú y un tema que no se trata ni en la escuela, ni en la familia, ni en ningún espacio colectivo.
¿Cuáles cree que deben ser los pasos a seguir?
Creo que sería muy importante que tratáramos de normalizar el tema de la sexualidad, que somos seres sexuales, que con 15 años puedes tener relaciones sexuales. Muchas veces cuando les preguntas a los padres “¿Ustedes van a pensar en algún método anticonceptivo?”, en muchos casos quieren que esa circunstancia quede reducida a lo que fue. Que eso ya se quede como: “Ha habido un mal sueño, pero va pasar y mi hija no va a necesitar método anticonceptivo porque no va a tener más relaciones sexuales”. Muchas veces tendemos a negar la evidencia.
¿Cómo niegan la evidencia?
Muchas veces creo que queremos seguir considerando que los hijos son más pequeños de lo que son. Consideran que es una conducta circunstancial y que su hijo no puede volver a tener más relaciones sexuales. Miramos para otro lado y no aceptamos que esto no ha sido una circunstancia especial. Pero tenemos que aceptarlo porque no son conductas reprobables. Puede haber tenido un embarazo imprevisto a consecuencia de que le ha fallado el anticonceptivo, como por ejemplo el preservativo, que a veces no se usa bien. Pero no lo integramos en la experiencia, no queremos aprender de ella para pensar que si no queremos que vuelva a ocurrir, lo más importante es no negar la evidencia, sino aceptar la realidad. Y a veces cuesta que los adultos aceptemos también esa realidad de nuestro hijo.
¿Y es habitual que estas menores vuelvan a tener un embarazo no deseado?
En general hay un porcentaje de mujeres que tiene más de un aborto, quizá un 10% de mujeres que hayan tenido un embarazo anterior. ¿Si es más frecuente en estas mujeres? yo diría que no.
Normalizar la sexualidad en la escuela y en la familia sería un paso de gigante para prevenir el embarazo en las adolescentes
En cualquier caso, la escuela y la familia dice que son la clave para prevenirlo.
Normalizar la sexualidad en la escuela y en la familia sería un paso de gigante para que el embarazo en las adolescentes se pudiera prevenir y que se disfrutara de la sexualidad sin riesgo. Porque no tratamos de que no exista la sexualidad, sino que la sexualidad existe y tenemos que educar para que se disfrute placenteramente y sin riesgos. Ese sería el salto que tendríamos que dar para que esas situaciones no se dieran